top of page

CORREDOR BIOLÓGICO DE HERMOSILLO

Por la ciudad que imaginamos

Inicio: Bienvenidos

HERMOSILLO NOS PREOCUPA

Hermosillo nos preocupa. Durante décadas, los ciudadanos que coincidimos en su territorio hemos sido escuchas de un discurso que nos presenta como una de las ciudades más prósperas de México.
Nuestra ciudad, se dice, es capaz de competir en términos productivos con cualquier urbe del mundo cuando se trata de atraer inversiones para incentivar la economía, el comercio y los servicios. Hemos sido capaces de producir alimentos que serán colocados sin problema en el mercado internacional y hemos dispuesto para ello las tierras más fértiles de la región; nuestra ciudad aparece en el mapa de la industria automotriz y manufacturera más relevante del orbe porque provee de mano de obra calificada, capaz de producir incluso piezas de alta complejidad para la industria aeroespacial. Todo ello, gracias al alto desempeño que nuestras universidades y centros de investigación han dispuesto para producir y transferir ciencia y conocimiento.
En el ámbito de la historia y la cultura , nuestra ciudad, la capital de Sonora, antigua Villa del Pitic, es el epicentro para la construcción de diálogos que permiten reconocer de donde vienen nuestros logros como núcleo urbano o rural y de donde nace la profusa actividad en el ámbito de la creación y expresión humana. Sin duda, cuando se trata de hacer un recuento de las aportaciones al arte en todos sus lenguajes y épocas, Hermosillo es un polo de referencia en el noroeste de México.
Sin embargo, para el ciudadano común, el que acude a cumplir con la jornada diaria de trabajo, el que vive en el centro o en las colonias populares que lentamente fueron dotados de servicios y equipamiento urbano, el que se traslada a diario en el automóvil o en transporte público y fundamentalmente las generaciones de ciudadanos que conocieron el Hermosillo de antes, el que permitía caminar por las calles sin peligro a cualquier hora, el de los miradores del norte de la ciudad, el de las albercas públicas y los paseos gratuitos a La Sauceda o al Parque de Villa de Seris, las pregunta que hacen son las mismas: ¿Qué le sucedió a nuestra ciudad? ¿Por qué creció el concreto por todos rumbos y jamás se volvió a construir un núcleo arbolado como el del Parque Madero? ¿Porqué La Sauceda se convirtió en una tragedia y dejó de ser el paseo de familias que buscaban un rato de convivencia a la sombra de sus árboles monumentales? ¿Porqué la presa Abelardo L. Rodríguez dejó de pertenecernos? ¿Porque el Mall con sus múltiples comercios son ahora la única opción de convivencia para nuestros hijos?
De toda esta reflexión nació la coincidencia y el diálogo que permitió escuchar a sujetos con experiencia o a especialistas de muchas disciplinas, quienes nos han permitido ser más conscientes de la magnitud de este problema: Hermosillo perdió la batalla en la defensa de sus ecosistemas, a falta de planeación sustentable, desaparecieron sus hábitats originales y con ello el cambio climático interno que anuncia las islas de calor a ocho columnas para asumir en silencio la pérdida de calidad de vida de sus habitantes.
Estamos aquí porque añoramos la Plaza Emiliana de Zubeldía de antes, pero también porque hemos aprendido de la necesidad de hacerle honor a los mezquites, el palo fierro y los guayacanes. Sabemos ahora, gracias a la ciencia, que es urgente sembrar agua, recuperar la fisonomía de nuestro Río Sonora a lo largo de la ciudad y crear una red neuronal que conecte nuestros humedales, favorezca nuestras áreas verdes, nutra el manto acuífero, para dejar que la naturaleza haga lo suyo.
El Corredor Biológico de Hermosillo es por ello, un acto de gratitud al espacio que habitamos, un homenaje humilde, humano y muy sentido, al agua visible que aún observamos en un minúsculo espacio mágico y que queremos que crezca, porque sin necesidad de reinventar la historia, ése es precisamente el vientre de nuestra ciudad.
También hoy sabemos, aplicando pensamiento crítico, que el agua no se crea ni se destruye, pero a veces cambia de dueño y que en tiempos de democracia es necesario, en honor a nuestros hijos, reclamar lo que nos pertenece. Queremos árboles, miles de árboles, de esos cuya sombra nos cobija en la Universidad de Sonora y el Parque Madero sin necesidad de riego, porque se alimentan del agua del subsuelo. Ahí está el ejemplo y lo único que necesitamos es coincidir con nuestros gobiernos, convencer a nuestros empresarios, a nuestros vecinos y demás ciudadanos, para formular leyes y reglamentos de ser necesario, para crear cuencas en nuestros patios, para reutilizar el agua gris que se va por los caños, para captar el agua de lluvia y con ello reconstruir la ciudad que imaginamos.
El territorio del Corredor Biológico además de ser cuna del centro ceremonial de nuestros ancestros, alberga el centro político y comercial del Hermosillo moderno, las casas de ciencia, cultura y conocimiento que también deberán conectarse para recuperar la ciudad que merecemos.
Estamos a tiempo.

Inicio: Quiénes somos
Inicio: Video
92166036_212347616846086_498340597178826

MOVIMIENTO CIUDADANO EN DEFENSA DE EL CARCAMO Y  LA SAUCEDA

Leer más
Inicio: Nuestra tecnología

CONTACTAR

Nos dará mucho gusto saber de ti. Contáctanos hoy mismo para conocer mejor este  proyecto ciudadano para transformar Hermosillo

  • facebook
mas de 250.jpg
Inicio: Contacto
Inicio: Feed del blog
bottom of page